Roque Dalton

Poeta y periodista nacido en San Salvador en el año 1935. Se lo considera como una de las figuras esenciales de la Generación Comprometida, que surgió en El Salvador en los años 50 y promovió el interés por la historia de su país, así como un cambio en la estética de su literatura.
Su obra, de estilo coloquial y socialmente comprometida, fue partícipe de la renovación de la lírica latinoamericana de la década de 1960.
Obras destacadas

Como tú

 

Yo, como tú,

amo el amor, la vida, el dulce encanto

de las cosas, el paisaje

celeste de los días de enero.

 

También mi sangre bulle

y río por los ojos

que han conocido el brote de las lágrimas.

 

Creo que el mundo es bello,

que la poesía es como el pan, de todos.

 

Y que mis venas no terminan en mí

sino en la sangre unánime

de los que luchan por la vida,

el amor,

las cosas,

el paisaje y el pan,

la poesía de todos.



Desnuda

 

Amo tu desnudez

porque desnuda me bebes con los poros,

como hace el agua

cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,

me abre todas las puertas para que te adivine,

me toma de la mano como a un niño perdido

que en ti dejara quieta su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo

pasa a ser mi universo, el credo que se nutre;

la aromática lámpara que alzo estando ciego

cuando junto a la sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados

cabes en una copa vecina de mi lengua,

cabes entre mis manos como el pan necesario,

cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.

El día en que te mueras te enterraré desnuda

para que limpio sea tu reparto en la tierra,

para poder besarte la piel en los caminos,

trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,

como cuando naciste de nuevo entre mis piernas.



Ayer

 

Junto al dolor del mundo mi pequeño dolor,

junto a mi arresto colegial la verdadera cárcel de los hombres sin voz,

junto a mi sal de lágrimas

la costra secular que sepultó montañas y oropéndolas,

junto a mi mano desarmada el fuego,

junto al fuego el huracán y los fríos derrumbes,

junto a mi sed los niños ahogados

danzando interminablemente sin noches ni estaturas,

junto a mi corazón los duros horizontes

y las flores,

junto a mi miedo el miedo que vencieron los muertos,

junto a mi soledad la vida que recorro,

junto a la diseminada desesperación que me ofrecen,

los ojos de los que amo

diciendo que me aman.