Poemas recomendados de Chile

Poemas recomendados de Chile

“Les invitamos a descubrir los poemas seleccionados del mes, una cuidada colección que resalta la pluma de distintos poetas chilenos. Sumérgete en estos versos y déjate llevar por la magia lírica de Chile, un canto que refleja la profundidad y diversidad de nuestra tierra.”
Pablo Neruda

“Poema XV”, Veinte poemas de amor y una canción desesperada.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente,

y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.

Parece que los ojos se te hubieran volado

y parece que un beso te cerrara la boca.

Como todas las cosas están llenas de mi alma

emerges de las cosas, llena del alma mía.

Mariposa de sueño, te pareces a mi alma,

y te pareces a la palabra melancolía.

Me gustas cuando callas y estás como distante.

Y estás como quejándote, mariposa en arrullo.

Y me oyes desde lejos, y mi voz no te alcanza:

déjame que me calle con el silencio tuyo.

Déjame que te hable también con tu silencio

claro como una lámpara, simple como un anillo.

Eres como la noche, callada y constelada.

Tu silencio es de estrella, tan lejano y sencillo.

Me gustas cuando callas porque estás como ausente.

Distante y dolorosa como si hubieras muerto.

Una palabra entonces, una sonrisa bastan.

Y estoy alegre, alegre de que no sea cierto.

Gabriela Mistral

“Yo canto lo que tú amabas”, Lagar.

Yo canto lo que tú amabas, vida mía,

por si te acercas y escuchas, vida mía,

por si te acuerdas del mundo que viviste,

al atardecer yo canto, sombra mía.

 

Yo no quiero enmudecer, vida mía.

¿Cómo sin mi grito fiel me hallarías?

¿Cuál señal, cuál me declara, vida mía?

 

Soy la misma que fue tuya, vida mía.

Ni lenta ni trascordada ni perdida.

Acude al anochecer, vida mía;

ven recordando un canto, vida mía,

si la canción reconoces de aprendida

y si mi nombre recuerdas todavía.

 

Te espero sin plazo ni tiempo.

No temas noche, neblina ni aguacero.

Acude con sendero o sin sendero.

Llámame a donde tú eres, alma mía,

y marcha recto hacia mí, compañero.

Nicanor Parra

“La poesía terminó conmigo”, Versos de salón.

Yo no digo que ponga fin a nada

No me hago ilusiones al respecto

Yo quería seguir poetizando

Pero se terminó la inspiración.

La poesía se ha portado bien

Yo me he portado horriblemente mal.

 

Qué gano con decir

Yo me he portado bien

La poesía se ha portado mal

Cuando saben que yo soy el culpable.

¡Está bien que me pase por imbécil!

 

La poesía se ha portado bien

Yo me he portado horriblemente mal

La poesía terminó conmigo.

Vicente Huidobro

“Fatiga”, Ver y palpar.

Marcho día y noche

como un parque desolado.

Marcho día y noche entre esfinges caídas de mis ojos;

miro el cielo y su hierba que aprende a cantar;

miro el campo herido a grandes gritos,

y el sol en medio del viento.

 

Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;

paso la mano sobre el lomo del viento;

los vientos, que pasan como las semanas;

los vientos y las luces con gestos de fruta y sed de sangre;

las luces, que pasan como los meses;

cuando la noche se apoya sobre las casas,

y el perfume de los claveles gira en torno de su eje.

 

Tomo asiento, como el canto de los pájaros;

es la fatiga lejana y la neblina;

caigo como el viento sobre la luz.

 

Caigo sobre mi alma.

He ahí el pájaro de los milagros;

he ahí los tatuajes de mi castillo;

he ahí mis plumas sobre el mar, que grita adiós.

 

Caigo de mi alma.

Y me rompo en pedazos de alma sobre el invierno;

caigo del viento sobre la luz;

caigo de la paloma sobre el viento.

Leo Lobos

“Altaola”

Cuando el mundo es un horizonte curvo

inmenso

como los arenales de la luna

mar adentro

soy nacido de los pájaros

 

Un punto inmóvil

una tabla

suspendida sobre

el mar

un giro

un vuelo de palabras

entre tiburones de espuma

una enorme ola

de

lo

otro

subiendo con la marea del instinto

un nombre vacío

la tempestad

el hijo de la nada